A 2.929 metros de altitud, el Pico do Fogo es el punto más alto de Cabo Verde y uno de los monumentos más conocidos del país.
Este emblemático monumento está rodeado por un dramático paisaje de oscuros ríos de lava procedentes de erupciones pasadas.
La última erupción del Pico do Fogo tuvo lugar en 2014, y sus huellas siguen muy presentes en Chã das Caldeiras, una pintoresca comunidad que no ha abandonado lo que les da vida, el propio volcán.
Desde la cima de este coloso se divisa la ciudad de Chã das Caldeiras, la Serra da Bordeira y, en días despejados, las islas vecinas. El aire huele ligeramente a azufre, mezclado con otros gases liberados por el volcán.
Para los que no pueden prescindir de una buena aventura, subir a la cumbre del Pico do Fogo es imprescindible.
Lo mejor de todo es que la aventura no termina al llegar a la cima del volcán. Al contrario, ¡eso es sólo el principio! Una de las formas de bajar es dejarse deslizar por la "jorra" (coladas de lava seca) en un descenso frenético y emocionante, que no es apto para pusilánimes.
El volcán de Fogo fue votado una de las 7 Maravillas de Cabo Verde en la categoría "Formaciones volcánicas naturales, que incluyen formas localizadas como conos volcánicos, vetas y pitones, chimeneas, cortes geológicos, túneles volcánicos y otras geoformas de excepcional belleza paisajística".