São Nicolau es una isla de excéntrica belleza, que ofrece increíbles oportunidades para (re)conectar con la naturaleza. Desde sus fértiles y envolventes valles hasta las seductoras playas que abastecen piscinas naturales, São Nicolau es un destino conmovedor. La isla cuenta con dos de las siete maravillas de Cabo Verde, Monte Gordo y Carbeirinho.
El Parque Natural de Monte Gordo, uno de los mayores atractivos de la isla, se extiende entre los municipios de Tarrafal y Ribeira Brava. Este "macizo montañoso" encierra una vasta riqueza natural que incluye varias especies endémicas, como el drago milenario. Monte Gordo, como otras partes de la isla de São Nicolau, ofrece a los amantes de la naturaleza paseos inolvidables por sus idílicos senderos.
São Nicolau cuenta con una gran variedad de playas de arena blanca y negra. Las playas de Juncalinho y Carbeirinho combinan colosales rocas que abrazan el océano cerúleo para formar piscinas naturales que harían saltar de cabeza a cualquiera.
Sus principales actividades económicas, la agricultura y la pesca, permiten disfrutar de una agradable gastronomía a base de verduras de temporada y pescado fresco. Aquí podrá degustar el famoso "Modje", el buen atún producido por Sucla, las tan solicitadas galletas de São Nicolau, una morena frita con un vaso del famoso "grogue", o "cuscuz" elaborado con la harina de mandioca típica de la isla.
Sus gentes son acogedoras y humildes. Les gusta involucrarse en los ritmos de la Mazurca y la Contradança, peculiares de la isla. São Nicolau es también una isla pionera de la morna, siendo el pueblo de Praia Branca el hogar del famoso músico y compositor Paulino Vieira. Aquí también se puede visitar la Casa da Morna Sodade, un museo dedicado al morna y a su mayor nombre: Cesária Évora, la diva de los pies descalzos.
São Nicolau es una isla para vivirla con calma.