Sal es una isla para los amantes del sol y la playa. Desde arriba, el sol brillante y constante y las nubes claras comparten el cielo azul en perfecta armonía. En la superficie llana, kilómetros de playas de arena blanca y aguas turquesas contrastan con la aridez rojiza de la isla.

Los vientos alisios atemperan el calor local y moldean olas perfectas para los amantes de los deportes acuáticos, como el surf, el kitesurf y el windsurf. Las playas de Ponta Preta y Kite Beach son paradas obligatorias para quienes no quieran perderse una buena ola.

 La isla de Sal también cuenta con una extensa plataforma submarina, baja y regular, ideal para practicar snorkel y submarinismo. Esto permite vivir experiencias como nadar con tiburones limón en la Bahía de los Tiburones y bucear en arrecifes de coral. La piscina de lava volcánica de Buracona es otro lugar ineludible para un baño reparador en sus aguas color jade. 

La isla desempeñó un papel importante en la historia del archipiélago con la industria de extracción de sal, de la que deriva su nombre. Una visita a las Salinas de Pedra de Lume, un cráter volcánico situado bajo el nivel del mar, es una ventana abierta al emblemático pasado de la isla. Si está de paso, no puede perderse un baño terapéutico en sus aguas saladas.

A pesar del importante turismo, Sal sigue conservando una dinámica característica de la vida isleña. En el pontón de Santa María, el frenesí de pescadores y vendedores de pescado se mezcla con la alegría fácil de los niños y adolescentes locales que saltan y hacen malabares en las aguas cristalinas. Palmeiras, un pequeño pueblo pesquero al oeste de la isla, invita a pasear por sus calles de casas color pastel y a disfrutar de hermosas puestas de sol sobre el puerto mientras se degusta buen pescado fresco.

Pero en Sal no todo es playa y sol. La artesanía de artistas locales y de la península puede verse en diversos puntos de la isla. La vida nocturna en bares y discotecas es otro punto fuerte de la isla, que reúne a la población local y a visitantes de todo el mundo para compartir diferentes experiencias.

Los encantos de Sal le esperan. Venga y deje que sus pies se hundan en las cálidas y finas arenas, que el viento agite libremente su cabello, que el sol tiña intensamente su piel mientras su cuerpo se sumerge en las cristalinas aguas. Permítase sentir la sal.